El fin de semana fue el más aburrido, solo salía de mi pieza a tomar desayuno y a almorzar, y para rematarla me encontraba con el nueva que cada vez que me veía ponía cara de perro. Entonces el día domingo me acerqué y le dije: - Si te hice algo dímelo, siempre hay que… Sigue leyendo Internada (Capítulo 2)